La temporada 2011 de tenis a nivel profesional llega a su fin tras 11 interminables meses que han exprimido a todos los tenistas. Un mas que lejano enero daba comienzo a una sesión tenística que cada año se estira como un chicle. Probablemente este año más que nunca los tenistas se han quejado por activa y por pasiva de la duración de la temporada y la dureza que ello supone. Tras 11 meses donde se han jugado los 4 Grand Slam, todos los masters (1000, 500, 250...) y la copa de Maestros, llega el último torneo, la Copa Davis, que va camino de convertirse en la cabeza de turco del circuito ATP. Todos los jugadores coinciden, es un torneo muy bonito, especial y único, pero habría que plantearse dejar de hacerla de forma anual, convertirla en una cita cada dos años o algo similar. Creo no equivocarme al decir que las razones para defender esta postura son varias o en cierta forma razonables: el calendario diseñado por la ATP contempla la participación obligatoria en los 4 grandes y 8 Masters 1000 a parte de varios torneos 500 y 250 la Copa Masters para los 8 mejores clasificados. A parte de todo esto, el sistema ATP está diseñado para que la clasificación de un jugador dependa del año anterior. Esto es, este año Djokovic ha ganado prácticamente todo, y el año que viene para mantenerse en lo más alto, o mejor dicho, para no perder puntos, tiene que como mínimo igualar sus números del año que termina, cosa que resulta inviable.
Ahora que estamos ante la final de la Copa Davis de esta año se me hace inevitable como amante de esta competición que soy no pedir a la ATP que no sacrifique esta competición. Llegará un momento en que la carga de los tenistas no se aguantable y la competición pueda incluso pararse, pero no me parece que eliminar la Copa Davis sea una solución. Puede que la solución sea eliminar algún torneo o dosificar a los primeros clasificados de la ATP que son los que realmente le dan brillo a los torneos y atraen a los patrocinadores.
Y centrándonos en la final de este año, todo parece indicar que puede darse un cartujazo, me explico. Si recuerdan hace 3 años España llegaba a Mar del Plata sin el cartel de favorito. La final se jugaba en Argentina, que había renunciado a la tierra batida para cambiarla por una pista rápida y bajo techo, más para molestar a España que para beneficiarse a ellos mismos. Por cuestiones de juego y también de fuera de la pista, las cosas que empezaron negras se tornaron grises y terminaron rojo y amarillo tras el drive definitivo de Verdasco en su partido contra José Acasuso. Tras sobreponerse a la inicial derrota de Ferrer con una victoria de Feli, llegó el dobles, el punto más duro según los números de Davis, donde España volvió a silenciar al siempre animado público argentino para rematar la faena el domingo y dar comienzo al mardelplatazo. Y digo cartujazo porque ahora la situación es la contraria, España parte como gran favorita con 2 Top ten y argentina tiene 3 jugadores en el Top 25 (en 2008 era justo al revés) y con ganas de devolver la machada. La única diferencia es que España ya tiene 4 ensaladeras y Argentina, tras cinco finales sigue a cero. Lo cual les hace más peligrosos si cabe.
Aunque hay una cosa en la que todo sigue igual. Nada más llegar a Sevilla, Argentina ya protestaba por el escenario escogido para la finalisima del tenis por equipos. Sólo recordar que en 2008 ellos también pusieron una pista calificable como rara.
En fin, solo queda que las raquetas empiecen a funcionar y que pase lo que pase, se hable solo de buenos golpes y grandes partidos. Que todo lo demás ni es tenis, ni nunca lo será. Y por supuesto gane España, gane la Armada, esta vez con Nadal, Ferrer, Feli y Verdasco. Un dato, feli ha ganado más títulos con España que nivel individual. Estaba viendo ahora el último juego de Verdasco ante Acasuso y se sigue erizando la piel al recordar que todo estaba en contra, incluso hubo un amago de multa al equipo argentino por los gritos hacia Verdasco: "Verdasco tiene miedo", en medio del partido de dobles, pero se quedó ahí y lo que se recuerda es la gesta de la primera ensaladera ganada fuera de casa.
Ahora toca ir a por la manita de Copa Davis
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